1
Se someten, los indómitos creadores,
al clientelismo cultural:
tú me das y yo te justifico.
2
Sacándose el dedo del culo, el hijo
se lo llevó a la frente con unción y, genuflexo
proclamó hacerlo todo en el nombre del padre.
3
Pidieron gratis y les fue dado.
Hasta la náusea se hartaron los comensales.
Ahítos sestean, sin cuita ahora.
Cuando despierten, –si acaso ocurre–
nada hallarán en torno sino vómito.
4
Los panceros promueven naderías,
sometidos a la voluntad del ignorante prócer.
5
Huellas de sangre, sepultas
hacen hervir la tierra sobre la que se asienta
el lugar en que la peste crece.
6
Ejemplifica el loco
a quienes detentan el poder:
los “cunstrutores”.
7
Cuando llegue el momento
¿abandonarán los depredadores y sus cómplices
el hipócrita solar que arrasan?, o
¿tal vez se hagan caníbales?, pues
nada sino ellos quedará.
8
Como palanganeros de los dominadores,
agitaron la bandera de la patria,
dispuestos a construirla:
cultura, ganar dinero.
9
Un extraño e impropio rictus en el rostro tenía
el deudor del puesto,
consecuencia de tanta felación redentora
como cotidianamente hacía.
10
Eructaron los defecadores
sobre el silencio de los muertos.
Esparcieron su mefítica carga
corrompiéndolo todo.
Una pestilencia estéril se cernió
sobre los inocentes venideros.